Los seres humanos se encuentran en constante evolución, donde los cambios son parte de todos los entornos de la sociedad; en la actualidad, el modo de vida ha ido cambiando y generado nuevos contextos sociales, donde se imponen los avances tecnológicos y se vuelven en parte activa de todas las áreas del desarrollo humano.
Las TIC han transformado el mundo actual y se han convertido en una excelente herramienta para complementar las labores cotidianas, donde podemos conseguir información y comunicarnos instantáneamente, reduciendo las barreras de tiempo y lugar por su capacidad de interactividad.
En la salud social, las TIC generan grandes beneficios, considerando que permiten el acercamiento entre personas y familiares que no se encuentran en una misma área geográfica, mejorando las comunicaciones al permitir una bidireccionalidad entre personas o grupos sin importar donde se encuentren. De igual forma, facilita la socialización gracias a la conexión con amigos y con grupos de personas que comparten intereses.
En ese sentido, también podemos hacer mención a las TIC como una herramienta lúdica que permite la dispersión, el ocio y el entrenamiento por la cantidad de contenidos dispuestos en la Internet para que las personas puedan tener tiempo para desconectar y divertirse, sea solo o en compañía. Así mismo, también es una herramienta para la automatización de tareas, dado las aplicaciones que ofrecen servicios de programación de actividades que se realizarán automáticamente a través de los diferentes dispositivos electrónicos con seguridad y efectividad.
Por otro lado, cuando hacemos mención de las TIC en el sector salud, también es evidente una cantidad de beneficios tanto para los profesionales de la salud como para las personas que usan este sistema o los pacientes.
Podemos empezar hablando del diverso uso de aplicaciones y otras tecnologías de la información como el big data, que es una herramienta que consiste en la gestión y análisis de enormes volúmenes de datos con el objetivo de extraer información útil. En ese sentido, la digitalización de los registros de salud y las historias clínicas generan grandes beneficios al paciente, puesto que este proceso genera mayor efectividad y rapidez en la atención, diagnóstico y exámenes; así como una diminución del uso de recursos económicos al reducir el uso del papel.
Las TIC, al permitir la reducción de las brechas geográficas, presenta beneficios en la índole de la salud publica facilitando el acceso a los recursos, diagnósticos y conocimientos de especialistas mediante la interconexión de centros de salud de diferente nivel, dado que podemos contar actualmente con la telemedicina, que son las consultas médicas a través de videoconferencia, aquí podemos hacer mención de la teleconsulta y la teleradiología, la cuales permiten reorganizar los recursos médicos para favorecer el incremento del acceso a prestaciones de salud más oportunas y de mejor calidad.
En conclusión, podemos decir que las TIC permiten que el acceso, la eficacia, la eficiencia y la calidad interactúan para lograr generar un mejor servicio sin importar las brechas geográficas, económicas y sociales. Además, de existir una gran variedad de beneficios para los pacientes al lograr un acceso rápido y preciso a su información desde cualquier establecimiento, lo cual asegura la continuidad de la atención en todo el proceso clínico asistencial, incluyendo su paso por distintos centros de salud, tanto en la atención primaria como secundaria y hospitalaria.